El abandono de los cuatro dígitos iniciados por el 19 origina un cierto miedo tecnológico. Al final no pasó nada y todo quedó en un susto un poco caro.

Es una época donde se afrontan cambios estructurales en la empresa. Se agrupan los servicios de mantenimiento de las Redes de Distribución y las Centrales Hidráulicas funcionan solas.  Llega la época del cable óptico. Se tienden miles de kilómetros, la mayor parte, del cable OPGW, autosoportado. Aumentan las solicitudes para la ampliación de los anchos de banda, lo que obliga a abandonar la llamada tecnología PDH para introducirse en la SDH. El tratamiento de datos lo aportarán equipos con proceso integral de la información básica hasta entregar tramas de 2 Mb/s a los equipos de transmisión. Son los llamados Newbridge.

Crece en importancia el Centro de Control de las Comunicaciones y adquiere verdadero auge el lenguaje simbólico. Se acuñan palabras y siglas con nombres anglosajones que encierran complicadas filosofías tecnológicas: Router, Bridge, Gateway, Ethernet, PCM, RTC, RDSI, PDH, SDH, ATM, ADSL, Frame Relay, DECT, etc. La radiotelefonía se integra en la red corporativa, permitiendo el milagro de la comunicación entre teléfonos fijos, móviles, inalámbricos, equipos de radio y ordenadores. La unificación de las telecomunicaciones a nivel nacional constituye un hecho y lo que antes eran empresas eléctricas competidoras, ahora se unen en una misma sigla: ENDESA. A partir de aquí ya no es la historia, sino el futuro, lo que habrá que contar.